Juventino (Poema)
Juventino (poema).
Por: Andrés J. Reinaldo
Juventino,
así se llamaba mi papá,
mi viejito.
¡Cómo te extraño, caramba!
El mundo te rechazó,
hasta tu padre lo hizo.
Dieciséis años fui tu hijo,
caballero me hiciste a tu cobijo.
Eres poema de hombría,
brisa suave de mi vida.
Sólo queda tu recuerdo,
¿dónde, padre, fuiste de paseo?
Tantos detalles no puedo olvidar:
garapiñado, coco y manjar,
pan de anís y de Celaya.
Sillón café con olor a ti.
Juventino se llamó mi padre,
mi eterno guardian.
Origen de mi nombre.
Sentencia que no he de olvidar:
«No llores chiquillo que ya ando con mi rey”.