Confirman la presencia de agua en la Luna

El Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (Sofia, Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy) de la NASA confirmó la presencia de agua en la superficie de la Luna.
Este descubrimiento indica que el agua se puede distribuir por la superficie lunar, y no se limita a lugares fríos y sombreados.

El equipo, dirigido por Casey Honniball, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland, detectó agua molecular, atrapada en vidrios naturales o en granos. Se utilizó un método que arrojó hallazgos inequívocos.

La única forma de que el agua exista en las superficies lunares iluminadas por el Sol, donde se encontró, es que esté incrustada en granos minerales protegiéndola del ambiente gélido. Los investigadores utilizaron datos de Sofia, un avión Boeing 747SP modificado para llevar un telescopio, que detectó las moléculas de agua en el cráter Clavius, uno de los más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna. Las observaciones anteriores de la superficie del satélite detectaron alguna forma de hidrógeno, pero no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico cercano, el hidroxilo.

La presencia de bolsas de agua ocultas podría ser mucho más común en la superficie de la Luna de lo que los científicos habrían sospechado, favoreciendo un horizonte de colonización.

En algunos casos, estos pequeños parches de hielo podrían existir en sombras permanentes no más grandes que una moneda, según un estudio liderado por la Universidad de Colorado Boulder, que se publica en Nature Astronomy.

Si pudieras situarte de pie en la superficcie de la Luna cerca de uno de sus polos verías sombras por todas partes. Muchas de ellas podrían estar llenas de hielo, explicó en un comunicado Paul Hayne, profesor asistente en el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial en la Universidad de Colorado Boulder.

La Luna carece de las masas de agua líquida características de la Tierra, pero científicos indicaron que el agua lunar es más común de lo que se pensaba. Las investigaciones de hace 11 años indicaron que en pequeñas cantidades era relativamente común.

Durante mucho tiempo se creyó que era un astro muy árido, pero en 2008 unos investigadores descubrieron moléculas de agua en el magma traído por astronautas de las misiones Apolo.

El estudio actual revela la existencia de una multitud de microcráteres que contienen en el fondo agua helada. Se les llama trampas frías.

*Tomado de La Jornada