PRD y Reforma Educativa
Por Wenceslao Vargas Márquez*
La reforma educativa mexicana tiene su lado más sensible en la evaluación docente. La evaluación fue cancelada para el año 2016 por inconsistencias notorias pero extrañamente se mantiene con sus mismas características para los docentes rezagados del año 2015. En términos generales los partidos políticos se han mantenido en la línea oficialista de mantener la reforma, la evaluación y sus consecuencias.
Incluso el partido Morena de López Obrador concluyó en Oaxaca en la última semana de agosto que la reforma educativa es inatacable y que debe mantenerse en sus términos pues no conviene que se dé la impresión de que el gobierno federal ha claudicado. Antes de esa fecha Morena había sostenido que luchaba por la derogación de todas las partes de la reforma educativa. Algo ocurrió durante la primera quincena de julio que orilló a este viraje inesperado de lo que se supone que es la izquierda más radical del país (Amlo, 14 julio 2016).
Morena se colocó en el tema a la derecha de su partido colega que es el PRD pues mientras Morena niega toda posibilidad de derogación de la reforma educativa, el PRD mediante el boletín No. 250 del reciente 27 de octubre la contempla como una de las tres salidas legales posibles al conflicto que parece amainado gracias a que se supone que el gobierno federal ofreció su derogación de facto a los estados controlados mayoritariamente por la CNTE. Analistas han opinado que la especie es cierta y la desaparición del conflicto en esos estados parece confirmarlo.
Pero la legislación sigue vigente: la reforma educativa en pie y la evaluación docente obligatoria. Así el PRD propuso tres salidas legales que la CNTE debe revisar con sus bases para que una vez revisada se presente como iniciativa ciudadana. Una de éstas salidas contempla que la evaluación docente se extienda a todos los componentes del Sistema Educativo Nacional, a través de cuatro subsistemas, ante lo cual se propone reformar el artículo 3 constitucional y las leyes generales de Educación, del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación y del Servicio Docente, con lo cual se evitaría el carácter punitivo.
La segunda salida establece una reforma constitucional tanto al artículo 3 como al 73, así como reformas a la Ley General de Educación, a la Ley de del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación, a la Ley de Coordinación Fiscal y la derogación de la Ley General del Servicio Profesional Docente. Ojo, una derogación. La tercera propuesta plantea reformas a los artículos 3 y 73 de la constitución que dejarían sin efecto las reformas a la Ley General de Educación de 2013, y derogaría tanto la Ley de del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación, como la Ley General del Servicio Profesional Docente. Ojo, dos derogaciones y en la práctica realmente la derogación de las tres patas del banco.
Beatriz Mojica Morga, encargada de despacho de la presidencia nacional de este instituto político cuando renunció Basave lo explicaba hace tres meses: “Lo que el PRD busca es dar certeza a las y los profesores, quitando todo obstáculo que genere esta inestabilidad. En el PRD estamos convencidos que la Reforma Educativa no puede convertirse en un asunto punitivo, por eso desde hace tres semanas salimos a manifestarnos al respecto, de que ninguna reforma es a sangre y fuego, todo puede ser revisado a través del diálogo”, subrayó.
Mes y medio después de las declaraciones de López Obrador en favor de la reforma educativa, en Oaxaca, durante la última semana de agosto, se dio el encuentro ‘Hacia la cuarta república: Morena y el magisterio’. Las conclusiones (muy obvias) del encuentro no son como las del PRD en función de lo que proponen formalmente pues la línea política de Morena ya estaba trazada desde el 14 de julio. En la primera semana de octubre Morena habló de nuevo para negar la posibilidad de modificaciones (foro ‘La reforma educativa para México’, Cámara de Diputados). La diputada por Morena, Araceli Damián, criticó el trabajo del PRD al respecto recordando, además, una verdad: el PRD apoyó la reforma desde el Pacto por México del año 2012.
Por supuesto que lo que hace el PRD son apenas tres borradores que algún día se convertirán en iniciativa ciudadana. Desconozco las razones por las que el PRD no presenta iniciativa alguna a través de alguno de sus diputados.
Mientras se desahogan los trámites legislativos y ciudadanos que impulsa el PRD en disputa de votos con Morena para el 2018, a la evaluación voluntaria del año 2016 se presentaron diez mil espontáneos. Pronto sabremos cómo les fue.
@WenceslaoXalapa