Neuroetología UV realizó su tercer simposio internacional
“Con-ciencia y naturaleza” fue su tema central.
- El 31 de octubre se presentaron conferencias y carteles, además se realizó homenaje al actual director, Francisco García Orduña.
Por David Sandoval Rodríguez*
El Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV) celebró el lunes 31 de octubre el III Simposio Internacional de Neuroetología “Con-ciencia y naturaleza”, en el que se presentaron diversos trabajos de los alumnos de posgrado y se hizo un homenaje al investigador Francisco García Orduña.
A nombre de las autoridades universitarias, correspondió a Domingo Canales Espinosa, director general del Área Académica Biológico-Agropecuaria, dar el discurso inaugural en el que reconoció el esfuerzo constante de los investigadores para la conformación de dicho centro.
“Hoy iniciamos este tercer simposio con el tema ‘Con-ciencia y naturaleza’, que es un reflejo del trabajo de académicos que han dado todo su esfuerzo para que la UV pueda contar con un instituto que a la vez que forma estudiantes tiene una producción científica de altísimo nivel.”
Hizo un relato de los orígenes del instituto, principalmente dirigido a los jóvenes presentes en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI). “Pueden pensar que llegan a una institución de reciente creación y que se formó de una manera distinta, pero el esfuerzo fue de personas egresadas de la UV, quienes se sumaron desde su juventud, y de la experiencia que vinieron a compartir Pablo Pacheco Cabrera y Carlos Contreras, lo que ha dado lugar a este instituto”.
El evento comenzó con un homenaje a Francisco García Orduña, investigador y actual director del instituto, en el que Mario Caba Vinagre, coordinador del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB), recordó una época, a inicios de los años ochenta, en la que siendo estudiantes recibieron apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para efectuar investigaciones con la colonia de macacos localizada en la isla de la laguna de Catemaco, en la región de Los Tuxtlas.
Su presentación se tituló “Francisco García: uno de los pilares de la investigación biológica en la Universidad Veracruzana”, donde puntualizó: “Fuimos tres los que iniciamos esta historia, a finales de los setenta, cuando éramos estudiantes de la Facultad de Biología: Ernesto Rodríguez Luna, Francisco García y un servidor”.
Ya siendo investigadores organizaron un simposio internacional de primatología y crearon un grupo de trabajo con jóvenes que se han convertido en destacados investigadores a nivel nacional.
“Fue una semilla, un génesis del que se desarrollaron varios institutos que actualmente existen en la UV”, señaló el investigador.
El siguiente reto al que se sumaron fue investigar primates nativos de México, en un predio donado por el señor Hugo Absalón, para el cual desarrollaron un proyecto integral.
Recalcó que Francisco García “ha mantenido toda una trayectoria muy clara de desarrollo de la investigación, de ir al campo, de trabajar y de fajarse realmente en el campo; gracias a todo este esfuerzo de varias personas, y particularmente de él en el instituto, creo que es uno de los pilares de la investigación de la Universidad”.
Primates tienen olfato muy desarrollado
Laura Teresa Hernández Salazar, coordinadora del Posgrado en Neuroetología, ofreció la conferencia “Ecología sensorial: selección de alimento en primates mexicanos”, donde presentó los avances de su trabajo de investigación en el cual han participado varias generaciones de estudiantes del posgrado.
La alimentación ha sido abordada desde la nutrición, analizando sus componentes y se asume que la búsqueda de alimento se efectúa con base en las necesidades energéticas y fisiológicas de los individuos.
En su gran mayoría, los primates consumen frutos y hojas y los estudios al respecto se basan en el contenido químico que proporcionan, pero advirtió que basar las explicaciones de la selección de alimento únicamente con base en el contenido químico, “limita bastante la conducta de alimentación porque nos permite ver la condición nutricional, pero si consideramos que los nutrientes son una construcción abstracta de la ciencia moderna, entonces ¿por qué esperar que los primates conozcan lo que son?”.
Por ello, la línea de investigación en la que trabajan actualmente aborda la percepción sensorial del individuo y las cualidades organolépticas y contenidos químicos de los ítems que conforman su dieta como el color, textura y dureza, a fin de elaborar una asociación que permita distinguir dichas cualidades y el resultado de la búsqueda en términos nutricionales.
Recordó que de manera tradicional se considera que los primates tienen una alta capacidad visual, “pero poco se hablaba del sentido del olfato, era un gran desconocido para mí, en aquellos entonces”.
Los estudios conductuales demuestran que a nivel de conducta social y de alimentación “existen importantes elementos que los primates consideran, eran capaces de ubicar fuentes potenciales de alimento, así como identificar la palatabilidad del mismo, entonces surge la pregunta: ¿qué tan importante es el olfato en la alimentación en los primates?”.
El mono araña llega a incluir hasta 90 por ciento de frutos en su dieta y varios autores lo han descrito como especialista en el consumo de frutos maduros, por lo cual la investigadora se abocó a determinar cómo detectaban los frutos aptos para consumo.