Los niños de la plataforma 4/10
Por: Armando H. Noriega
Dicen que todo tiene una explicación lógica, o bueno, casi todo, sobre todo cuando una persona no cree en cosas paranormales, pero cuando te agarran descuidado hasta el más valiente brinca, o cómo puedes encontrar una explicación a algo que se mueve solo, o un electrodoméstico que se prende solo y no está conectado, es más, de un vivo te puedes defender, pero ¿de un muerto?, o ¿un espíritu?, ¿de un ente maligno?, como muchas personas dicen “Todo el mundo es ateo hasta que el taxista se sale de la ruta”, ja, y si, con un vivo cuando menos te puedes defender, pero nunca, nunca, he sabido que un ser vivo le dé un K.O. a un fantasma o un ente; como es el caso de esta pareja de jóvenes que a continuación les voy a relatar, ambos de veintitantos años, experimentando los placeres de la vida con las hormonas a todo lo que dan.
Ése día pasaba normalmente, Alex y Ceci bajaban por las escaleras para ir al comedor, tenían una hora para comer, desde hace dos semanas ellos comían en quince minutos, el resto del tiempo se iban a caminar o a comprar un helado, estaban iniciando una relación, habían adelantado su hora de comida treinta minutos para encontrar el comedor vacío y poder comer a gusto, estaban solos, Alex acababa de meter la comida de los dos en el horno, como de costumbre le había puesto dos minutos a cada uno, la comida se estaba calentando cuando Ceci vio cómo se asomaba un niño en la puerta del comedor, no le dio importancia, Alex estaba batallando con el horno por que se encendía y se apagaba solo, comenzaba a molestarse, y no era para menos, él quería comer rápido, y bueno, los hornos ya estaban algo viejos y de pronto fallaban, fue entonces cuando Ceci le dijo que no había problema, podían comer sus alimentos tibios, Alex los sacó y comenzaron a comer, iban a la mitad de la comida cuando entró un guardia de seguridad a calentarse un café, Alex le advirtió al guardia que estaban descompuestos los hornos, el guardia simplemente sonrió, le contestó que cómo iban a funcionar si no estaban conectados, Alex vio cómo se agachó el guardia, conectó el horno y funcionó a la perfección, sacó su taza del horno con el café bien caliente y se retiró del comedor, la pareja se quedó viendo asombrada, de inmediato Ceci le preguntó si había desconectado los hornos, cosa que Alex negó con la cabeza, se rieron nerviosos, no podían creer cómo medio funcionaban los hornos sin estar conectados, Alex obviamente por querer quedar bien con su conquista le dio una explicación “científica” a su novia, fue entonces que a media explicación entro un niño corriendo al comedor, le dio una vuelta a una de las mesas y salió corriendo, la pareja no le prestó atención a la criatura que ya los observaba desde hace un rato, él siguió con su explicación, ella no muy convencida le creyó, ambos terminaron de comer, levantaron sus trastes y se retiraron del lugar.
A Alex le inquietó un poco el hecho de que los hornos prendieran estando desconectados, estaban subiendo a su lugar de trabajo, todos sus compañeros apenas iban bajando para comer, la situación era perfecta para la pareja, tendrían la oficina para ellos solos, Ceci iba subiendo por atrás de Alex, venía observando a su novio sin que él se diera cuenta, Alex todas las tardes después del trabajo le dedicaba dos o tres horas a hacer ejercicio, tenía un cuerpo atlético, piernas firmes, brazos y pecho bien marcados, espalda ancha, y aunado a eso tenía barba cerrada, ojos color miel y rasgos de una ascendencia árabe, piel morena apiñonada y voz varonil, Ceci tenía una belleza natural piel morena clara, ojos verdes, cabello castaño y largo hasta la espalda, tenía un cuerpo espectacular, siempre le gustaba vestir sexy; no le quitaba la vista a la espalda de su novio, comenzaba a imaginar cosas, fue entonces cuando por la escalera escucharon que alguien les llamaba, ambos voltearon sin ver nada, siguieron su camino hasta llegar a la oficina, el momento era propicio para los planes que tenían los dos, estaba la oficina para ellos solitos, fue entonces que Alex volteo y comenzó a besar a Ceci, ella correspondió a aquel beso, luego de algunos momentos de estar en aquel beso que empezó a subir de intensidad fue ella la que empezó a bajar las manos hasta donde la espalda pierde su nombre, Alex correspondió subiendo la mano a aquel busto firme y habido de caricias, inconscientemente se sentaron en una silla, se sentó Alex y Ceci simplemente se sentó encima de él viéndolo de frente, aquella falda se subió hasta la cintura, él comenzó a desabrochar la blusa donde aquél busto quedó al descubierto mientras la besaba por el cuello, ella tenía los ojos cerrados, disfrutaba las caricias de su novio, él estaba adentrado en el momento de pasión besándole el cuello y comenzaba a bajar los besos recorriendo el camino para llegar al busto ardiente de Ceci, una de las manos de Alex estaba llenando de caricias la parte alta interna del muslo de su amada, ella simplemente lo abrazaba dejándose llevar por el momento dándole movimientos sensuales circulares a su cintura, ambos estaban comenzando a sentir un éxtasis placentero cuando en eso se activó uno de los aires acondicionados de la oficina, ella se puso de pie intempestivamente y al mismo tiempo se abrochaba la blusa y bajaba su falda que tenía hasta la cintura, fue entonces que Alex vio salir corriendo de la oficina al niño, la pareja mientras se acomodaban el peinado se veían fijamente a los ojos, ella le dijo que pararan, no sin antes hacerle prometer que más tarde él terminaría lo que acababan de iniciar, él con una sonrisa socarrona asintió con la cabeza.
La tarde transcurrió muy lenta para la pareja, Alex no dejaba de pensar en el horno que funcionó estando desconectado, para él era un misterio que no podía creer, no encontraba un razonamiento lógico, y más tarde el encendido del aire acondicionado, no había forma que aquél niño que vio salir corriendo de la oficina lo hubiera encendido, estaba muy alto, por otra parte tampoco dejaba de pensar en aquel busto firme de Ceci, en la textura de la piel de las piernas bien torneadas que estaba acariciando momentos antes cuando de pronto por atrás de él escucho un sonido extraño que lo hizo voltear, nuevamente era el niño que lo estaba viendo fijamente a los ojos, Alex no sabía a lo que se estaba enfrentando, para él era sólo un niño travieso, Alex lo único que hizo fue preguntarle qué era lo que quería, que estaba buscando, el niño sin articular palabra alguna lo único que hizo fue levantar su brazo lentamente y señalarlo con su dedo esbozando una sonrisa macabra, Alex sintió un escalofrío que recorrió todo el cuerpo y sintió como la piel se le puso chinita, lo único que le dijo al niño fue que se fuera con sus papás.
Desde un rincón de aquella oficina estaba el niño observando a todos, el personal que ahí estaba no podía ver ni notar la presencia de aquél ente que estaba ahí, los únicos que notaban esa presencia era la joven pareja que hasta ese momento ignoraban que nadie lo podía ver; del otro lado de la oficina Ceci le preguntó a su compañera si sabía de quién era ese niño que estaba en la esquina, la compañera confundida simplemente le contestó que ella no veía a ningún niño, Ceci se inquietó un poco, le creyó a su compañera por qué cuando volteó a buscar al niño otra vez él ya no estaba, pensó que se había ido.
Más tarde Ceci fue al baño y al estarse lavando las manos por el espejo vio una imagen escalofriante que le provocó un grito que se alcanzó a escuchar hasta el pasillo de las oficinas, cuando volteó estaba parado aquél niño que la estaba observando, Ceci simplemente le dijo al niño que la había asustado, el niño lo único que hizo fue dibujar la misma sonrisa macabra con la que había inquietado a Alex momentos antes, Ceci sintió cómo se le heló la sangre y cómo se le puso la piel chinita, antes de que pudiera pronunciar palabra alguna el niño echó a correr atravesando la puerta sin abrirla, Ceci abrió los ojos grandes, no daba crédito a lo que acababa de ver, fue entonces cuando vio cómo se abría la puerta del baño, Ceci volvió a gritar viendo fijamente como se abría aquella puerta, se tranquilizó al ver entrar al baño a una de sus compañeras, le preguntó si se encontraba bien, Ceci simplemente asintió con la cabeza y salió del baño buscando a su novio para platicarle lo que le acababa de suceder.
Ya era la hora de salida cuando Ceci llegó con su novio para platicarle lo que le acababa de suceder, Alex no daba crédito a lo que estaba escuchando, simplemente le dijo que recogiera sus cosas para retirarse, ya era la hora de irse.
Momentos más tarde en el carro de Alex Ceci no paraba de temblar y de llorar, él simplemente trataba de tranquilizarla argumentando que todo era producto de su imaginación, le explicaba que era imposible lo que le había sucedido, ella le decía que era cierto, Alex le estaba acariciando la pierna a Ceci con doble intención, que se tranquilizara y retomar lo que habían dejado pendiente en la oficina, los nervios de Ceci poco a poco se fueron transformando en una sensación de deseo por su novio, Alex fue subiendo de intensidad aquellas caricias, Ceci también empezó a corresponder aquellas caricias que recibía de su novio haciendo lo suyo, también acariciaba la pierna de su compañero subiendo la intensidad, Alex ya estaba muy cerca de llegar a la entrepierna de Ceci, ella accedía a aquellas caricias con impaciencia invitándolo a que con su mano comenzara a hacer magia, ella ya tenía su mano también muy cerca de la muy marcada cremallera del pantalón abultado de su compañero, Alex le propuso hacer una parada en el motel que quedaba de paso a su casa, ella simplemente asintió con un sonido excitado que salía de su boca, justo a la hora que tenía que dar vuelta Alex para desviarse por el espejo retrovisor vio el rostro de aquél niño, tenía la piel pálida, los ojos negros y la boca con la misma sonrisa malvada de la criatura, esto provocó que él volteara a ver al asiento de atrás perdiendo el control del auto estrellándolo en el muro de una casa perdiendo de inmediato la vida la romántica pareja…
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