La maldición de la momia bruja

Por: Armando H. Noriega

-Eso no puede ser, es imposible-Jefe, de verdad, está embrujada, tiene vida propia, yo vi cómo le quitó la vida a José
-Renato, es una momia, está muerta, ¡no tiene vida!
-Jefe, pero no es una momia cualquiera, se trata de la “momia bruja”, en vida se llamaba Carmen, se dedicaba a la brujería, ella en vida le vendió su alma al diablo en busca de la eterna juventud…
-Eso es sólo un mito, una leyenda, ¿cómo es posible que a tu edad sigas creyendo en esas cosas?
-Jefe, yo lo único que le digo es lo que vi, según la historia de ésta momia el pueblo al enterarse que era una bruja que se dedicaba a la magia negra y al haberle entregado su alma al diablo la gente la enterró viva, la enterraron atada de pies y manos, se dice que ella vivía en el callejón de la Cabecita, está muy cerca del panteón Santa Paula, ella juró vengarse de todos…
-Ya por favor, déjate de tonterías, ésas como ya te dije son sólo mitos, leyendas urbanas
Agustín, el jefe de historiadores e investigadores no daba crédito a lo que estaba sucediendo, José era amigo de él desde hace ya varios años, ahora está muerto, tuvo una muerte muy extraña, no lo podía creer.

Agustín sabía que de aquél panteón se extrajeron ciento dieciocho cuerpos momificados naturalmente, todos exhumados en 1865 y que la momia bruja forma parte de 36 cuerpos del Museo de las Momias Viajeras, estaban en el Parador Turístico Sangre de Cristo, un lugar turístico en el Cerro del Cubilete, se le llaman momias viajeras debido a que formaron parte de una colección itineraria durante cuatro años por Estados Unidos; sin embargo, fueron recuperadas y traídas de vuelta al estado de Guanajuato para permanecer en exhibición.

-Jefe, en éste documento que hizo José dice que toda persona que tuvo problemas con Carmen, terminó su vida en desgracia y que fue en esa época que la bruja fue expulsada varias veces por ser sorprendida recogiendo huesos de cadáveres, por eso es que se tomó la decisión de ponerle barrotes de fierro a su vitrina, como un símbolo de protección, los antiguos historiadores sabían que con el metal cortaban sus poderes malignos a las hechiceras.
-Renato reacciona, estamos en el siglo XXI, cómo crees que un cuerpo sin vida puede tener poderes…
-Jefe, son energías, buenas o malas pero energías al fin y al cabo, y lo que usted quiere hacer es una locura, es más, observe cómo en el interior de la caja de cristal hay arañazos ¡están por dentro!
-Renato, eso es un efecto que le da el lugar para hacer más atractiva la exposición para los visitantes…
-Jefe si me lo pregunta yo diría que no hay que quitarle nada a esta momia, se dice que el cabello que tiene le creció después de ser exhumada y puesta en la vitrina, que tiro por viaje el resto de las momias aparecen tiradas dentro de la exhibición, ¿cómo puede explicar eso?
-Renato, las momias no están fijas, con el paso de los camiones se producen vibraciones que hacen que se caigan, ¡me extraña tener que dar este tipo de explicaciones a un científico!
-Jefe, ¡están fijas!

Agustín no podía creer lo que estaba viendo, efectivamente las momias estaban fijas, no había manera que cayeran.
El jefe estaba observando detenidamente a la momia tratando de encontrar una respuesta razonable a lo que estaba pasando cuando de pronto un movimiento extraño llamó su atención, la momia empezó a mover uno de sus dedos…
-Esto no puede ser posible, tú no te puedes mover, estás muerta…
Agustín dio unos pasos hacia atrás, la momia comenzó a moverse, como si estuviera despertando de un sueño profundo…
-¡Renato, corre, corre y no voltees!
Renato sin mediar palabra echó a correr, no sabía lo que estaba sucediendo, Agustín iba detrás de él; la puerta de acceso al salón se cerró de un solo golpe, una a una las momias empezaron a caer como fichas de dominó…
-Jefe que está sucediendo
-No lo sé Renato, esto no tiene sentido
-Jefe esto es el fin…
-No Renato, de esto vamos a salir, y vamos a encontrar una respuesta lógica
-Jefe ¿ese polvo de dónde viene? ¿y ese olor?, ¡ahí está!, ¡la momia!, es el fin…
-¡Renato, ayúdame, no puedo respirar! Me estoy asfixiando
-¡Jefe, levántese, está junto a usted la momia!
-¡Sálvate, sal de aquí como puedas!
Agustín comenzó a sentir cómo le faltaba el aire, la momia estaba frente a él, en un intento sobrehumano logró ponerse de pie, dando pasos cómo podía comenzó a avanzar, un ruido estruendoso se escuchó seguido del reventar de todas las vitrinas de exhibición…
-Jefe, auxilio…
-Renato ¿En dónde estás?
Agustín observó como en cámara lenta uno de los cristales cayó encima de Renato partiendo su cuerpo en dos.
Cuando Agustín logró llegar con Renato éste estaba con vida aún
-Jefe, ayúdeme, no siento las piernas
-Tranquilo, todo va a estar bien, sólo tranquilízate, no te muevas
-¡Jefe cuidado, atrás de usted!
De un movimiento Agustín alcanzó a quitarse logrando esquivar una varilla que se desprendió de una de las exhibiciones.
-¡No, Renato no!
Agustín logró esquivar esa varilla pero nada pudo hacer para evitar que le cayera a Renato, la varilla le había atravesado el corazón a su asistente; Renato murió en ése momento.
-¡Maldita bruja!, ¡conmigo no vas a poder!, ¡da la cara maldita, déjate ver!
Mientras Agustín le gritaba a la momia al mismo tiempo le quitaba la varilla a su amigo para poder enfrentar a la hechicera que los estaba atacando.

La momia se apareció detrás de él, Agustín le daba con la varilla sin poder hacer ningún daño a la momia, no podía creer que no le podía hacer daño; nuevamente se empezó a levantar el humo en la habitación, a Agustín le costaba trabajo respirar, no podía ver, en un tropezón cayó al piso enterrándose la varilla en un costado de su cuerpo, se había perforado el hígado y Agustín lo sabía, sabía que sus minutos estaban contados; las momias empezaron a acomodarse una a una en su lugar, las vitrinas comenzaron a reconstruirse, la momia bruja al pasar junto a Agustín sólo le advirtió que con las hechiceras no se juega, ellas tienen vida eterna de una forma u otra, su error fue verla a la cara y no creer en ella.
Agustín cayó muerto, desangrado, había aprendido muy tarde la lección.

Cada vez que visiten a las momias de Guanajuato hay que observarlas con respeto y nunca, pero nunca a la cara, uno nunca sabe que mitos y leyendas puedan revivir en esos seres que en teoría ya no tienen vida…

Fin