La ciencia en nuestra vida

Por: Mtra. Irasel Negrete Ronzón

A los hombres les encanta maravillarse.

Esto es la semilla de la ciencia.-

Ralph Waldo Emerson

A propósito del lanzamiento de SpaceX decidí escribir acerca de la ciencia y su relevancia en nuestras vidas; el conocimiento científico es parte de nuestra cotidianeidad y es una expresión de nuestra cultura humana, empero no nos debemos de quedar con la idea de que vivimos en una época con mucha ciencia y grandes avances tecnológicos sino también valorar la manera en que nosotros podemos hacer uso de ese pensamiento científico para entender cómo funciona el mundo y para tomar mejores decisiones individuales y colectivas que nos permitan acortar brechas sociales que promuevan la equidad; en el caso de la educación, a los maestros nos corresponde realizar nuestra labor como sembradores de la curiosidad y el interés científico en los estudiantes ya que pocas veces le damos el énfasis necesario a dicha enseñanza que nos permita verdaderamente lograr una educación integral.

Las habilidades científicas, desde el siglo XIX tomaron un papel relevante en el currículo global y se enfocan en el desarrollo de un pensamiento creativo, crítico y autónomo, sin embargo, en nuestro país, de acuerdo a los resultados de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) los estudiantes no están adquiriendo determinados conocimientos científicos y esto puede tener diversas respuestas.

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, En México, de cada diez mil habitantes sólo dos son científicos. Y es que para ser investigador es requisito estudiar cuando menos la universidad, pero en nuestro país de cada cien niños que entran a primaria menos de 20 terminan una carrera, y de ellos, sólo 2 se dedican a la ciencia, cabe mencionar que la desmotivación de los jóvenes hacia el estudio de carreras científicas es un problema complejo que comprende gran cantidad de variables como el currículo o la manera en que se enseña la ciencia, entre otros.

Actualmente se habla de lograr la Alfabetización Científica, que de acuerdo con la OCDE es la habilidad de participar en asuntos relacionados con la ciencia, y con las ideas de la ciencia, como un ciudadano reflexivo, por lo que para enseñar ciencias, algunos consejos son en primer lugar como docentes (independientemente de prepararnos en los temas que nos toque enseñar), mostrar una actitud positiva ante su enseñanza, que sirva de ejemplo a los estudiantes, además de ello, otras sugerencias son plantear situaciones problemáticas que generen interés en los alumnos, es aquí sobresaliente decir que la enseñanza de las ciencias también debe de promover una actitud investigadora dirigida que invite al desarrollo de las habilidades metacognitivas y por último, hacer uso del aprendizaje por descubrimiento también puede ser muy benéfico para los educandos pues se hacen responsables de su propio aprendizaje.

Sé que actualmente pasamos por un momento muy difícil como humanidad, pero pienso que al terminar esta etapa y regresar a la normalidad de las actividades, los docentes podemos aplicar nuevas metodologías para la enseñanza de la ciencia, en las que lo que enseñemos sea transferible, duradero y con apertura al cambio pues sabemos que la ciencia es dinámica, sin embargo, si transmitimos en los estudiantes el gusto por aprender ciencia fomentando así la habilidad cognitiva que les facilite aprender y comprender su realidad además de seguirse haciendo preguntas, estaremos más cerca de tener alumnos dedicados a la actividad científica con una educación para la ciudadanía, que actúan con conciencia social y se muestran responsables y comprometidos con ellos mismos y nuestro mundo.