La codicia de Gabriela y la avaricia de Francisco

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Por: Armando H. Noriega

Iban caminando por un costado de la fuente de los coyotes en la explanada de Coyoacán indiferentes Gaby y Paco, ya era costumbre, despuésés de un año de matrimonio se había acabado la magia entre ellos, tenían distintos intereses, ella económicos, él sexuales y de dinero, ambos venían de varios matrimonios fallidos; Gaby tenía cuatro hijos de distintos padres, de cada uno recibía una jugosa pensión, el más pequeño era de Paco quien también venía de cuatro fracasos matrimoniales, a diferencia de Gaby él tenía 6 hijos. La pareja tenía intereses distintos pero a decir verdad estaban cortados con la misma tijera, estaban vacíos por dentro. Gaby a pesar de sus embarazos era una mujer muy guapa y llamaba la atención a donde quiera que fuera, medía 1.70m, tez blanca, cabello negro, una figura espectacular, le dedicaba el tiempo necesario a hacer ejercicio para mantenerse en forma, ojos color miel. Paco era un hombre atractivo, medía 1.85 metros, cuerpo atlético, ojos verdes, barba cerrada, cabello un poco largo.

La magia terminó al momento que se enteraron que ella estaba esperando un bebé, Paco insistía en que lo abortaran, él ya no quería tener más hijos y por lo mismo la culpaba a ella de no cuidarse; ella le argumentaba que no era asesina, que deseaba al bebé, su intención real era conseguir una pensión más de aquel exitoso empresario, la experiencia la había llevado a hacer el cálculo y con las demás pensiones recibiría un promedio mensual de doscientos cincuenta mil pesos, un negocio bastante lucrativo para la mujer; para él la magia terminó y se transformó en un problema porque demasiado tarde se había dado cuenta que era utilizado por aquella bella mujer, para él el dinero no era ningún problema, aunque a decir verdad no le gustaba gastar, era un tacaño, el verdadero problema era que no podía estar con una sola mujer, tenía un problema serio de misoginia, él lo sabía pero vivía sin inconveniente con ello, mujer hermosa que veía quería estar con ella; para ella su matrimonio significaba zapatos, bolsas, accesorios, vestidos, obvio todo de diseñador, creían que eran felices y que lo tenían todo.

Gaby, una mujer que dentro de todo era muy culta y mientras caminaban por la plaza le comenzó a platicar algo sobre la historia del lugar donde estaban, le empezó a decir que la plaza de Coyoacán se inauguró en 1980, Paco con tono irónico le contestó que era muy interesante, comentario que ella ignoró y continuó diciéndole que a finales de los años 70’s se proyecta la posibilidad de convertir el perímetro del Jardín de Coyoacán en Plaza Pública; él sólo dijo ¡Wow! en tono sarcástico, era una lucha de egos en la pareja, Gaby ya estaba acostumbrada a eso pero le gustaba humillar al hombre, siguió con su conversación:

Gaby: ¿si sabías que se cerraron las vialidades que atravesaban la actual Plaza Central? y permíteme decirte que se trabajó también en los jardines, fuentes, esculturas, el asta  bandera, que por cierto si no estabas enterado la plaza se inauguró oficialmente con la presencia del entonces presidente de México, José López Portillo, al mismo tiempo se develó «La fuente de los Coyotes» que por si no lo sabías es de Gabriel Ponzanelli, la estatua de «Miguel Hidalgo» de Luis Arias y la escultura “La Familia» de Josué Morales.

Paco: así o más sangrona, ¡sabías que eres insoportable!

La mujer sólo sonrió y continuó diciéndole:

Gaby: todos los días se aprende algo nuevo, es más te estoy dando argumentos para que a tus conquistas las impresiones con conocimientos. A las mujeres no nos gustan los hombres ignorantes, entonces escucha y aprende, las puedes impresionar diciéndoles también que desde entonces esta plaza es un sitio turístico para locales y extranjeros; el 13 de septiembre de 1981, también el presidente inauguró el Museo Nacional de las Intervenciones; después de una breve pausa y ya notando la molestia de Paco le dio un dato más, en el año de 1982 fue inaugurado el Museo Nacional de Culturas Populares, esto con la finalidad de promover las costumbres y tradiciones indígenas de México; Paco ya muy molesto le pidió que ya parara, no le interesaban sus datos.

Después de un rato de estar caminando aquella frustrada pareja y ya pasado el coraje de Paco, vieron a un personaje poco usual junto a la fuente de los coyotes, era una persona vestida de charro, toda su vestimenta era negra, se les acercó y con voz ronca les preguntó en tono irónico: ¿Por qué tanta felicidad?, la pareja inevitablemente se vieron entre sí y rieron; lo que ambos personajes ignoraban es que aquel individuo era el mítico “Charro Negro”. 

Esta leyenda surge entre creencias indígenas y europeas. Los Huicholes se vincularon con una raza de alma oscura que son definidos como “Mestizos”, la convivencia entre ambas razas conllevó a conflictos económicos pues éstos se adueñaron de tierras para usarlas en beneficio propio como el comercio. 

Este personaje llamado “Charro Negro” representa el lado oscuro del alma, es una leyenda que advierte sobre la cegadora codicia, es déspota, cobrador y no conoce el perdón. Para los Mixtecas es el patrón del lugar, habita en la cima del monte, es el cuidador de la comarca, el Charro Negro no tiene aspecto indígena, cuenta la leyenda que más bien tiene características de los colonizadores y siempre va montado a caballo. 

Aquellos pobladores hablan de lo peligroso que puede ser encontrarlo, por eso se tiene la creencia de cargar ajo, para lograr ahuyentarlo, el señor del cerro -como también se le conoce-, castiga a los que causan destrozos en los bosques, custodia los tesoros de los avaros de cualquier índole, era tan temido que los indígenas le pedían permiso de trabajar sus tierras con ofrendas, éstas constaban de cigarromezcal y comida. Se dice que los llegaba a castigar hasta causarles la muerte, los despojaba de todas sus pertenencias, mismas que las distribuía después entre la gente más necesitada.

La pareja no sabía lo que les esperaba al encontrarse con aquél personaje, de hecho ignoraban quién era, siguieron su camino ignorándolo; más adelante en un puesto de churros atrás de ella se volvió a aparecer el Charro Negro, Paco sin pensarlo le reclamó por estar siguiéndolos, la gente seguía su camino con gran indiferencia ante el conflicto, las personas estaban inmersas en sus propios asuntos, Gaby le preguntó a Paco en tono irónico que ¿dónde había comprado diez pesitos de valor para enfrentar a tan gallardo personaje?, a lo que Paco le contestó que si no fuera vestida tan provocativamente no tendrían ese tipo de problemas. El Charro negro empezó a reír al escuchar la discusión de la pareja argumentando que no han entendido nada, lo van a pagar y ni cuenta se van a dar, Paco le dijo que se encargara de sus asuntos, lo que sucedía entre su mujer y él no le concernía, el señor del cerro lo interrumpió diciéndole que ni con todo su dinero podría cambiar lo que les esperaba, Gaby con ironía y temor al mismo tiempo le dijo a su esposo: ¡hasta que te encontraste a alguien que te pusiera en tu lugar!; el Charro Negro le dijo a la hermosa mujer que ella ni con su belleza ni con todo lo que obtiene se podría salvar, les pidió que miraran a su alrededor, toda la gente está inmersa en sus asuntos, la indiferencia con la que tratan a los menos afortunados, a los que tienen algún tipo de problema, en fin, la gente está vacía por dentro, no disfrutan de su felicidad, todos quieren más y se olvidan de disfrutar su vida, no valoran el hecho de tener una familia, amigos, creen que son felices y al final no se van a llevar nada; tú les quitas de más a los padres de tus hijos y ni siquiera les das lo más importante a ellos, “amor”, y tú te la vives conquistando mujeres y no eres capaz de hacer feliz a una, ¿de qué te servirá todo ese dinero estando sólo?; la pareja ya un poco espantada se empezó a alejar de aquél lugar, ambos se hicieron la misma pregunta: ¿cómo es que sabía ese hombre cosas de ellos? ¿quién lo había mandado?, tenían miedo, creció aún más al voltear y no verlo más, decidieron buscar un lugar para comer, después de caminar unas calles escucharon a lo lejos el galopar de un caballo, la pareja no podía creer lo que estaba viendo, era el señor del cerro montado en un enorme corcel, en esa calle no había gente, la pareja se metió en una casa que estaba abierta, vieron cómo pasó de largo aquél personaje.

Ya en casa, Gaby le comentaba a su pareja que estaba asustada por lo que habían vivido ese día, Paco como de costumbre no le dio importancia a su comentario; ya era de noche y en el jardín estaba pastando aquél caballo que habían visto por la tarde, Paco que en ese momento se dirigía a su estudio, por la ventana vio al caballo, estaba paralizado de miedo, en el pasillo se le apareció el Charro Negro, no daba crédito a lo que estaba viendo y le preguntó que ¿quién era él?, ¿cómo había entrado a su casa?, ¿qué quería de ellos?, voy a llamar a la policía; Gaby al escuchar los gritos de su esposo bajó y también se quedó paralizada de miedo al ver al hombre que los había acosado en la calle, el Charro negro de inmediato sacó un látigo y lo hizo tronar de un solo movimiento amenazando a la pareja, los empezó a seguir a manera de dejarlos acorralados en un rincón, Gaby estaba llorando y temblando de miedo, Paco se estaba cubriendo con su mujer, ambos echaron a correr hasta llegar a otra de las habitaciones de la casa, cerraron la puerta con seguro y justo al voltear vieron de frente otra vez  al Charro, no sabían que hacer, el personaje volvió a azotar su látigo un par de veces delante de la espantada pareja, les dijo que no habían entendido nada de lo que les comentó esa tarde dándoles una última oportunidad. Hoy se van a morir a las doce de la noche, tienen que hacer algo para poder salvar tu vida, después de decir esto desapareció; Paco y Gaby no sabían qué hacer, estaban muertos de miedo, Paco fue a su despacho y se puso a pensar.

Gaby fue a su recámara, quitándose el maquillaje por el espejo vio el reflejo del Charro Negro, sus lágrimas empezaron a correr por las mejillas, seguía recordando la advertencia la espantada mujer que aún perdía tiempo valioso para poder salvar su vida.

Quedaban menos de tres horas para las doce de la noche, Paco después de darle vueltas a las palabras de aquél hombre había hecho fuertes donativos a varias fundaciones, pensaba para sí mismo que con eso podría salvar su vida, eso era lo que le estaba pidiendo el Charro después de aparecer y desaparecer en distintos lugares durante el día, pensaba que era un mensaje del más allá; Gaby había separado mucha ropa que ya no ocupaba para donarla al día siguiente a instituciones religiosas, muchas prendas ni siquiera las había usado, pero con eso pensaba la escultural mujer que podría salvar su vida, los dos en lo único que pensaron fue en lo material, no les había quedado claro el mensaje.

Llegada la media noche, la pareja que tenía insomnio por la preocupación de su futuro, como era de esperarse se les apareció aquél mítico jinete, con la voz áspera les dijo que no habían entendido absolutamente nada, Paco lo interrumpió diciendo que había hecho varios donativos para ayudar a mucha gente, Gaby argumentó que sacó ropa y cosas que no usaba para donarla a los más necesitados; el Charro Negro enfureció, gritando les dijo que estaba decepcionado, no saben nada de la vida, lo tienen todo y no lo saben, aquella pareja estaba más confundida al no entender que tenían vida, salud, hijos, se tenían el uno al otro, tenían ilusiones, sueños por compartir, lo que les sobraba era soberbia, codicia, ignorancia, arrogancia, y lo que de plano no tenían era amor propio, autorespeto, amor por la vida, podrían estar rodeados de personas pero estaban totalmente solos, no valían nada como seres humanos y no aprovechaban el privilegio de vivir, el Charro volvió a sacar su látigo, lo hizo tronar cuatro veces pero esta vez enredó parte de su látigo en el cuello de Paco y lo empezó a apretar, con otro movimiento también atrapó el cuello a Gaby, el otro extremo del látigo lo empezó a jalar por la ventana hasta amarrarla a la silla de montar de su caballo, el Charro se subió a su corcel y lo hizo caminar, la pareja no podía hacer nada para liberarse, Gaby y Paco empezaron a sentir como les empezó a faltar el aire, se empezaron a asfixiar hasta ponerse morados, solo se podía observar como las piernas de ambos se movían ya por el simple reflejo de los músculos hasta que quedaron inmóviles, muertos; estos personajes nunca se dieron cuenta que lo tuvieron todo y no lo supieron aprovechar, tenían vida y felicidad a su alcance, tristemente nunca se dieron cuenta que lo mejor de la vida era gratis. 

 

FIN