China estudia topografía, clima y protección de glaciares en los más alto del Everest
Un grupo de topógrafos chinos llegó el miércoles a la cima del Everest para determinar con precisión la altura de la montaña más alta del mundo.
Bajo un cielo azul y despejado, el equipo de ocho personas instaló instrumentos de medición y abrió una botella de champán, según videos difundidos por los medios de comunicación chinos.
La altura exacta del Everest, cuya cumbre se sitúa entre Nepal y China, es objeto de debate a pesar de varias campañas de medición en las décadas pasadas.
China ha realizado seis grandes mediciones en la montaña, conocida entre los locales como Qomolangma, desde la instauración de la República Popular en 1949. La altura registrada en 1975 fue de 8 mil 848.13 metros, mientras en 2005 llegaba a 8 mil 844.43 metros.
Nepal optó por incluir el hielo de la cumbre, por lo que considera que el Everest mide cuatro metros más.
Los científicos también se preguntan si la actividad sísmica en la región, en particular el terremoto de 2015 en Nepal, pudo haber influido en la altura del llamado Techo del Mundo
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Según Xinhua, las mediciones se efectuarán a partir del sistema de navegación por satélite Beidu, el equivalente chino del GPS.
Todo el equipo de cartografía es también de diseño chino y las mediciones usarán también 3D.
Se desconoce la fecha de publicación de los resultados, pero China y Nepal acordaron el año pasado hacer un anuncio conjunto.
La expedición salió el 30 de abril y se vio retrasada dos veces por mal tiempo.
Se trata de la primera ascensión desde que empezó la pandemia por Covid-19, ya que China y Nepal suspendieron las expediciones en marzo.
Esto podría convertir a los integrantes del equipo chino en los únicos que hacen cumbre este año en el Everest, que ha visto un aumento en el número de escaladores y en la cantidad de basura que generan a medida que las operaciones comerciales han facilitado la subida.
La expedición del Ministerio de Recursos Naturales, formada por 53 personas, ha realizado trabajos científicos en el Everest desde principios de marzo.
Se recopilarán datos sobre la profundidad de la nieve acumulada, el clima y la velocidad del viento para ayudar a vigilar la protección de los glaciares y del medio ambiente.
Pekín aprovechó además la ausencia de expediciones para recoger basura del Everest y de otras cumbres populares entre los escaladores.
*Tomado de La Jornada