Crimen en Tulum

Por: Armando H. Noriega

El termómetro marcaba 29 grados, se escuchaban las olas al romper en la playa, el ir, venir y murmullo de las personas, el espejo del baño estaba empañado por el vapor de la regadera, Silvia tarareaba una canción mientras se preparaba para ver a Luis, ella sabía que estaba en un terreno prohibido ya que Luis es casado, ambos pensaban que se habían encontrado en momentos equivocados, pero decidieron vivir esa aventura, correr el riesgo, Luis era un hombre con 22 años de casado y dos hijos ya mayores, su esposa difícilmente le dirigía la palabra, desde hace varios años no tenían intimidad, la esposa de Luis es una mujer hermosa, joven, apenas 29 años, Luis sabía que su matrimonio ya no tenía remedio, Silvia y Luis se conocieron en el Templo del Dios Descendente, ruinas que se encuentran en Zamá, mejor conocido como Tulum, en la Riviera Maya, Luis accidentalmente le había derramado la bebida a Silvia y después de varias disculpas ofreció a reponérsela, ella aceptó, no tanto por la bebida, era por la compañía, Luis es un hombre de 40 años con una altura de 1.80 metros, cuerpo atlético y bien parecido, Silvia es una mujer madura, bajita y muy atractiva, digna de llamar la atención de cualquier hombre, entraron a un bar cerca de la playa, tenían de vista el mar del caribe mexicano, y estaban en un lugar que fue una de las últimas ciudades que los Mayas construyeron y habitaron, esta civilización pudo resistir unos 60 o 70 años después de la conquista de los españoles, a finales del siglo XVI ya habían sido dominados por las armas y enfermedades de los intrusos del viejo continente, una gran barda protegía la ciudad de invasiones enemigas por tierra y a su espalda las aguas del mar caribe con turbulentas corrientes.

Ambos personajes sintieron una gran atracción entre sí, se atrajeron de inmediato, luego de varios cocteles en aquél lugar Luis, mientras tomaba su mano le hacía preguntas más personales, estaba muy interesado en ella, Silvia es una mujer divorciada, simplemente se estaba dejando llevar por el momento, ella estaba de vacaciones, estaba dispuesta a pasarla muy bien, y que mejor que con un buzo investigador del lugar, pasadas unas horas y después de conversaciones algo cálidas Luis se ofreció a llevarla a su hotel, ella aceptó de inmediato, estaba hospedada en un hotel en la zona turística exclusiva del lugar, ya en camino le propuso unas bebidas para el camino a lo que ella aceptó después de un par de intentos por parte de él, ella se sentía muy bien, tenía un sentimiento que hace mucho no sentía, que le importaba a alguien, y más que ese alguien era un hombre como el que cualquier mujer soñaría, alto, musculoso, atractivo, joven, era el pretendiente perfecto, lo único que la ponía a pensar era su estado civil, eso le hacía mucho ruido, pero también quería darle el beneficio de la duda, ella pensaba, que mujer se negaría a tener intimidad con este hombre durante años, pensaba dos cosas, a su mujer no le gustaban los hombres o todo lo que tenía este hombre de galán y atlético le faltaba de viril, y esa era una respuesta que estaba dispuesta a conocer después de un par de tragos más.

Ya en camino Luis decidió tomar una ruta algo larga con la finalidad de conocer más a Silvia, decidió tomar una ruta turística para poder explicarle la historia del lugar, empezó por explicarle que en el pasado a este lugar se le conocía como Zamá, que significaba amanecer o renacer en Maya, haciendo alusión a la ubicación de la ciudad que apunta al este, justo donde el Sol nace cada día, actualmente se le conoce como Tulum, que significa muralla en Maya, y ese nombre se le dio al ser encontrada en ruinas por los exploradores modernos del siglo XIX, continuó explicándole que Tulum está conformado por tres edificaciones importantes, el Castillo, el Templo de los Frescos y el Templo del Dios Descendente, ella estaba realmente impresionada con esa explicación, pensaba que aparte de todos los atributos físicos del hombre era también culto, sonrió y siguió prestando atención a su explicación, también se distingue el templo del Dios del Viento, una pequeña estructura que se encuentra en la parte que colinda con el acantilado que mira al océano, ésta ciudad, como Chichen Itzá, fue erguida en honor al Dios Descendente, notorio por muchos otros nombres como la estrella de la mañana, la estrella avispa, Kukulcán, o bien como hoy se le conoce a este astro, VENUS, Silvia estaba realmente impresionada, Luis estaba nervioso, no quería parecer un hombre presumido ni engreído, no sabía por qué pero realmente se sentía muy atraído por Silvia, pero decidió seguir con su relato, notaba que estaba interesada en su conversación, a lo que le añadió que el castillo es la estructura más impresionante del sitio y anteriormente contaba con una doble función; como templo principal y como faro de navegación, los navegantes divisaban la ventana iluminada con fuego en la cima del castillo para saber dónde se encontraba la ruta correcta y así entrar al puerto de la ciudad, frente a la ciudad, en el Caribe, se encuentra el segundo arrecife de coral más importante en el mundo, en ése momento ella lo tomó de la mano mientras le prestaba toda su atención, él continuó diciendo Tulum en su apogeo, en los años 1300-1450 aprox., había funcionado como un nodo central de rutas marítimas que se extendían por todo México y gran parte de América del sur, y ya para rematar terminó explicándole que aquí se han encontrado artículos de cobre al igual que productos de obsidiana y jade que venían de Ixtepeque en Guatemala.

Ya en el estacionamiento del hotel ella lo invitó a terminar las bebidas que había comprado momentos antes, Luis aceptó sin siquiera pensarlo, ya en la habitación ella lo invitó a sentarse en la terraza de la habitación en lo que ella se cambiaba de ropa, Luis no podía creer que estaba con ella en la habitación, Silvia entró al baño y se puso algo de lencería sexy y un vestido algo transparente, estaba nerviosa, no podía creer que después de tanto tiempo podía estar con alguien, al salir del baño ya arreglada Luis volteó y no podía creer lo que estaba viendo, y no era para menos, Silvia es una mujer con unas piernas bien torneadas, y un cuerpo estéticamente perfecto, Silvia le sonrió y sólo le dijo que con la boca cerrada se veía igual, ambos echaron a reír al mismo tiempo que Luis se ponía de pie y la tomó de la cintura, ella se acercó muy lentamente a su boca, se empezaron a besar al mismo tiempo que pasaban de la terraza al cuarto, la luz era tenue, Silvia estaba acariciando los brazos de su compañero, podía sentir cada músculo que había en esos brazos muy bien trabajados, mientras que Luis no pudo evitar bajar las manos al final de la espalda de Silvia, era un beso que desbordaba la pasión de aquellos amantes, la fue despojando poco a poco de su ropa donde el tremendo escote que llevaba dejaba al descubierto el busto de su amante, no pudo evitar la tentación de acariciarlos con ternura y pasión, mientras que con una mano hacía lo propio en una de sus piernas llegando al camino de la felicidad y erotismo mientras ella hacía lo mismo en el cuerpo de su compañero, hasta que pasó lo inevitable, y así comenzó aquella aventura que con el pasar del tiempo se convirtió en una historia de amor.

Silvia después de sus vacaciones decidió irse a vivir a Tulum, sentía que no podía separarse de su nuevo gran amor, Luis, así ella encontró un lugar para vivir cerca del mar, tenía una gran vista, era una casa pequeña pero suficiente para ella, se adaptó muy rápido a ese estilo de vida, por el trabajo ella no se preocupaba, podía trabajar en línea desde cualquier lugar.
Luis y Silvia se veían tres o cuatro veces por semana, así lo habían pactado desde un principio de su relación, ya llevaban dos años y estaban felices, era como un cuento, ambos tenían intereses en común, comida, bebidas, deportes, en fin se entendían de maravilla.
Silvia, después de aquel baño relajante estaba saliendo de su casa para encontrarse con Luis, generalmente se veían en un centro comercial, Silvia iba retrasada por diez minutos y estaba tratando de contactar a su amor para poder avisarle y que no se desesperara, pero todo era inútil, Luis no contestaba, por fin había llegado al punto de encuentro con su amado pero él no estaba, Silvia estaba asombrada ya que él era una persona muy puntual, después de tres tazas de café decidió regresar a su casa, estaba algo molesta por haberla dejado plantada, no sabía lo que estaba sucediendo.

Ya en su casa, sonó su móvil, era Luis, al contestar se sorprendió, ya que la que estaba al otro lado de la línea era la hija de Luis, la estaba acusando de haber matado a su padre y que se iba a arrepentir, su padre era lo más sagrado que tenía en su vida, y que no iba a descansar hasta verla en la cárcel, Silvia no podía creer lo que estaba pasando, no entendía lo que estaba escuchando, colgó, no sabía qué hacer, rompió en llanto, luego de unos instantes decidió salir, necesitaba pensar, digerir lo que estaba sucediendo, pero al salir de su casa su sorpresa se intensificó aún más, estaba la esposa de Luis acompañada por dos policías, traían una orden de arresto por homicidio, la esposa de Luis no paraba de culparla, de acusarla de que ella lo había matado, Silvia estaba en shock, no daba crédito a lo que estaba sucediendo, ya en la comandancia de policía en el interrogatorio los oficiales no paraban de hacerle muchas preguntas, ella sólo se concretaba en contestar, después de varias horas de interrogatorio, no había nada que la inculpara, la dejaron en libertad con las respectivas reservas de ley.

De vuelta en su casa, ya un poco más tranquila se dispuso a analizar lo que estaba sucediendo, el asesinato de Luis, era algo que no podía creer, Luis no tenía enemigos, llevaba una relación muy tranquila con su esposa, era un padre muy cariñoso con sus hijos, era muy responsable en su trabajo, no encontraba una razón por la que alguien quisiera matarlo, el asalto estaba descartado ya que tenía todas sus pertenencias, cartera, reloj, dinero etc., el problema es que la familia de Luis la estaba acusando directamente a ella de haberlo matado, eso era algo que no podía entender, en eso tocaron a su puerta, era la hija de Luis, ya estaba más tranquila y sólo quería respuestas, ella sospechaba de la relación de su padre con ella, no era algo que aprobara, pero tampoco la culpaba ya que se había dado cuenta desde hace mucho tiempo de la relación de sus padres, Silvia trató de explicar sobre su relación a lo que su hija no se lo permitió, era algo que no quería saber, ella estaba ahí para asegurarse que no había sido Silvia la que lo había matado, después de unas horas de conversación la joven se retiró, Silvia estaba decidida a encontrar al asesino de su pareja sentimental y a demostrar su inocencia.

Al día siguiente Silvia salió a recabar algunos datos para poder iniciar su investigación, en el trabajo de Luis sólo la conocía su asistente y un compañero, era gente de la total confianza de Luis, ambos compañeros le dieron el pésame a Silvia, y momentos más tarde empezó a hacer preguntas y pidió la oportunidad de revisar el escritorio de Luis, ahí encontró muchos papeles, pidió autorización para llevárselos a su casa y empezar a buscar pistas que la llevaran a solucionar este crimen.Ya en su casa revisando todos los papeles recordó que también tenía un pequeño barco en el cual salía a hacer sus investigaciones, él era buzo, sin pensarlo salió de su casa y se dirigió al muelle donde estaba aquel barco, y tal como lo sospechaba ahí encontró más papeles, se los llevó para revisarlos también, ya en su casa encontró papeles de seguros y cuentas bancarias, había una en particular que le llamó la atención, era una cuenta donde tenía una cantidad bastante considerable de dinero, como era de esperarse en todos los documentos tenía de beneficiarios a sus hijos, excepto en uno, era un seguro de vida donde estaba de beneficiaria su esposa y junto tenía un documento engrapado en donde iniciaba el trámite de cambio de beneficiario, no existía tal nombre, sólo estaba el inicio del trámite, la cantidad del seguro era de más de cinco millones de pesos, Silvia no le prestó mucha atención ya que ella intuyó que la fecha en que adquirió ese seguro fue cuando sus hijos eran menores de edad y lo estaba cambiando para quitar a su esposa y poner a sus hijos, pero le despertó la sospecha de que la esposa lo había matado porque él le había pedido el divorcio semanas atrás y ése seguro era lo único que tenía la esposa para quedarse ella, ya que el resto de las cosas estaban a nombre de sus hijos.

Al día siguiente la despertó el timbre de su casa, le estaban entregando un citatorio para presentarse a ampliar su declaración en la delegación.
Ya en la delegación los oficiales seguían tratando de inculparla a ella, en su declaración ella argumentó que al momento de los hechos se encontraba en un restaurante, era imposible que lo hubiera matado y presentó el comprobante de pago del lugar, mismo que la liberó de la culpa, pero a su vez pidió que investigaran a la esposa, el comandante de la policía se molestó ante semejante acusación, ya que la esposa al momento de los hechos se encontraba en casa comiendo con sus dos hijos.

Días después, Silvia no podía atar cabos sueltos sobre el crimen de su amado Luis cuando no podía creer lo que estaba viendo, era la esposa de Luis con el comandante de policía entrando a un motel, Silvia no lo pensó dos veces para seguirlos y recabar más pruebas, todo empezaba a tener sentido, logró entrar al motel sin ser vista, y vio el carro del comandante antes de entrar en la habitación, la pareja se estaba besando, Silvia aprovechó para sacarles fotos y video, esperó afuera del motel a que saliera la pareja y cuando esto sucedió se puso a filmar toda la escena en su teléfono, se dirigió a la comandancia para pedir un informe de la causa de la muerte de Luis, la causa de muerte fue tres impactos de bala calibre 9 mm, casualmente era el mismo calibre del arma del comandante, Silvia sacó sus propias conclusiones, recurrió a otra instancia legal para presentar las pruebas que ella tenía.

Días más tarde metieron a la cárcel a la esposa de Luis y al comandante, la primera como autora intelectual y el segundo como autor material del crimen, Silvia se sintió descansada al dar con los verdaderos asesinos de su gran amor, se sintió más tranquila aún al saber que los hijos de Luis pudieron cobrar todo el patrimonio que su padre les había dejado.

Un par de meses más tarde sonó el teléfono de Silvia con un número desconocido, era de una aseguradora, le estaban informando que ella era la beneficiaria de una póliza de seguro, que lo podía pasar a cobrar a partir de ésa fecha, estaba confundida ya que no le dieron más que ésa información, decidió ignorar la llamada, era imposible que ella fuera beneficiaria de algún seguro, no conocía a nadie que le haya dejado nada, dejó pasar varios días, pero la curiosidad pudo más y decidió ir a la compañía de seguros, no podía dar crédito, ella era la beneficiaria de aquella póliza de seguro de más de cinco millones de pesos de Luis, al momento que su esposa se enteró se puso de acuerdo con su amante, el comandante que ya llevaban algunos años de relación para eliminarlo antes de que cambiara el nombre del beneficiario de aquella póliza, pero fue demasiado tarde, el trámite estaba hecho, Silvia no sabía la razón por la cual Luis la había puesto como beneficiaria a ella y no a sus hijos, pero a partir de ese momento su vida cambió y le vivió eternamente agradecida, aunque realmente hubiera preferido a Luis vivo que tener esa cantidad de dinero en su cuenta bancaria.

FIN