UAM crea polímero para limpiar agua y absorber dióxido

Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana desarrollan polímeros para limpiar el agua y absorber dióxido de carbono del ambiente.

El equipo de Judith Cardoso Martínez, académica del Departamento de Física de la Unidad Iztapalapa, diseña una metodología para tratar el agua de las industrias que requieren de grandes cantidades del recurso, particularmente los autolavados, “en los que hemos puesto plantas prototipo que han permitido una recuperación de 95 por ciento”.

La investigadora nacional, Nivel II, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) detalló que el material que emplean para ello es un polímero de origen biológico que desencadena un proceso físico-químico, que se adiciona al agua contaminada e interactúa con las partículas suspendidas que se aglomeran al entrar en contacto con él, lo que permite limpiar el agua.

También desarrollan en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional resinas basadas en productos poliméricos para eliminar metales pesados como el cromo el arsénico del agua que se extrae de pozos profundos en zonas semiáridas.

Otro trabajo está centrado en resinas para absorber y mitigar el dióxido de carbono (CO2) en el ambiente. Al concentrar el CO2 en las resinas será posible generar productos de mayor valor agregado para transformarlo en etanol, metanol, biocombustibles o bien otros compuestos que se usan como materia prima, de acuerdo con la investigadora.

La especialista dijo que el uso de polímeros es muy importante en diversos campos de la investigación, pues en la medicina sustituirán y regenerarán ciertas áreas del organismo humano además de ser útiles en la elaboración de materiales y en procesos de potabilización del agua y combate a la contaminación atmosférica,

 «Los polímeros son materiales maravillosos, y en la actualidad son un nicho de oportunidad para resolver asuntos de contaminación que en el caso de México son varios y tienen poco desarrollo tecnológico generalmente, por lo que se trabaja con material importado», concluyó la investigadora.

*Tomado de La Jornada