Educacion inclusiva, aportes y desafíos desde la nueva escuela mexicana

Por Anita Rodríguez Flores

 

“La educación genera confianza,

la confianza genera esperanza,

la esperanza genera paz”.

Galileo  Galilei

Como parte de las políticas establecidas en la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe, publicada desde 2015, se consideran 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), de acuerdo al plan de acción de la misma se establece en el número cuatro: garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje para todos. 

Con referencia a las premisas anteriores, y bajo la construcción de la Nueva Escuela Mexicana se incorpora en nuestro país la implementación operativa de la Estrategia Nacional de Inclusión Educativa, misma que surge como una iniciativa para reducir los niveles de exclusión en el sistema educativo, dando pie a profundizar acerca de la participación de la población perteneciente a los grupos con mayor índice de vulnerabilidad: alumnado con discapacidad, grupos indígenas, inmigrantes, entre otros con llevan a reflexionar sobre la importancia de reflexionar acerca de la educación inclusiva.

Por ello, la principal transformación que debe guiar  a los centros escolares es analizar las practicas escolares que se llevan a cabo, el  tipo de metodologías que se emplean para brindar una respuesta educativa a los alumnos para los que es necesario flexibilizar el currículo, además de identificar la cultura escolar que permea las acciones destinadas al aprendizaje escolar, además de identificar la medida en que se conoce y aplica la legislación referente a los derechos humanos.

Un punto central, es que la escuela se logre convertir en una verdadera comunidad de aprendizaje, misma que sea capaz de identificar al alumnado con mayores posibilidades de ser victimas de exclusión o abandono escolar, es entonces una tarea muy comprometida pero más aún sumamente humana que debe concebir a la escuela como un espacio de oportunidades para todos.

El valorar a la diversidad como una oportunidad para promover la igualdad siempre será garantía de crear escuelas donde el respeto por los derechos humanos sea la característica principal que conlleve a la adquisición de aprendizajes significativos para todo el alumnado; fortaleciendo así el  enriquecimiento de la diversificación curricular en los métodos de enseñanza, así como la promoción del respeto y la aceptación por los alumnos que enfrentan barreras para el aprendizaje y la participación (BAP)-

La educación inclusiva se percibe como una oportunidad para fortalecer la formación docente y aunque tales acciones siempre han permeado la actividad que realizan los profesores ahora se encuentra establecido desde la Nueva Escuela Mexicana, misma que permitirá abrir espacios para la actualización y capacitación de todos aquellos docentes que tengan en sus espacios educativos población que amerite el uso de metodologías específicas, materiales adecuados, sistemas de comunicación alternativos o propios de su cultura, en éste sentido se pone de relieve el gran compromiso por contar con diagnósticos profundos acerca de todos los alumnos, valorando sus características así como las barreras para el aprendizaje y la participación que inciden en su desempeño escolar.

Los entornos inclusivos serán una oportunidad para realizar modificaciones a los espacios físicos, además de valor la pertinencia de los recursos educativos con los que se cuenta en el plantel educativo, ello con la finalidad de mejorar la autonomía, desplazamiento, interacciones sociales y seguridad de todos los estudiantes, independientemente de las características físicas, intelectuales, sociales, culturales, entre otras, todos tendrán la oportunidad de recibir una educación que respete y responda a sus condiciones y características particulares.

Seguramente los retos de avanzar en la educación inclusiva, en un inicio implicarán la preocupación por parte de los docentes acerca de replantear las formas de enseñanza, los procesos de detección y evaluación de los alumnos, además de conocer y aplicar nuevas metodologías de trabajo, pero también serán la oportunidad de generar y promover aprendizajes diversificados para toda la población escolar y ampliar la colaboración con diversos profesionistas e instituciones que fortalezcan la profesión docente y generen condiciones para avanzar en la igualdad social tan necesaria como urgente.

Atender a la diversidad del alumnado implicará concebir que la profesión docente es una actividad sumamente humana y comprometida, que día a día se enfrenta a retos innumerables y desconocidos, que la capacitación y actualización constante debe ser un ejercicio crítico y reflexivo que promueva el enriquecimiento de la diversificación curricular, pero que sin lugar a duda dará a los estudiantes de enfrentarse a una sociedad cada día con mayores exigencias.

El papel directivo y de autoridades educativas (liderazgo académico), trabajo en equipo, vinculación con diversos profesionistas e interacción con la familia y comunidad será los aliados que conlleven a la transformación escolar y promuevan que la educación inclusiva impulse la consolidación de la calidad educativa.