Historia de las bibliotecas en México, notas mínimas para curiosos

Mario Evaristo González Méndez

Desde 1997, la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, promueve que cada 24 de octubre sea celebrado como Día internacional de la biblioteca. Por este motivo, comparto algunos datos históricos sobre la creación de las bibliotecas públicas en México. 

Diversas investigaciones arqueológicas, antropológicas e históricas concluyen que, en la época prehispánica, existieron en territorio mexicano, lugares destinados para el resguardo y consulta de los códices (amoxtli), llamados amoxcalli y estaban custodiados por los tlacuilos (escribanos-pintores). Se reconoce, por lo menos, la importancia de dos amoxcalli, uno en Texcoco y otro en Tlatelolco. En los códices se referían aspectos de la historia, gobierno, religión y economía del pueblo. Si bien, no eran propiamente una biblioteca, como se concibe actualmente, sí tuvieron una función especial para la producción y transmisión del conocimiento y la cultura entre los gobernantes y sacerdotes, que eran quienes tomaban decisiones y educaban al pueblo.

Durante el virreinato, en la Nueva España se fundaron diversas bibliotecas, organizadas por las órdenes religiosas que llegaron para evangelizar a los nativos, entre las que destacan agustinos, jesuitas, franciscanos, dominicos y mercedarios. De esa época son las bibliotecas del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, de la Catedral de México, del Convento de San Francisco de México y la Palafoxiana. En ellas se encontraban ejemplares de la literatura clásica europea.

Había además bibliotecas en los colegios y seminarios, cuyo acervo circundaba en torno a la teología, la liturgia y la filosofía eclesiástica. Sin embargo, existían también bibliotecas particulares de famosos pensadores, por ejemplo, la de Carlos de Sigüenza y Góngora, y sor Juana Inés de la Cruz, donde albergaban libros de otras disciplinas: astronomía, literatura y filosofía paganas, etc.

Durante el siglo XIX, tras el movimiento de Independencia y la guerra de Reforma, se estancó la conservación y creación de las bibliotecas. A pesar de esto, grupos de intelectuales formaron sociedades literarias y científicas, que fueron el medio para la producción y difusión de la cultura literaria de la época y fundaron bibliotecas públicas entre 1827 y 1833 en los estados de Oaxaca, Zacatecas y México. De esta época data la fundación de la Biblioteca Nacional, en 1884, que contaba con un acervo de poco más de cien mil volúmenes, de los cuales dos tercios trataban sobre teología debido a que pertenecían a colecciones de los conventos, la Catedral y la Universidad.

En el s. XX, después de la Revolución, la gestión más importante en este sentido fue encabezada por José Vasconcelos, al frente de la Secretaría de Educación Pública. Para 1924 se habían instalado 2, 426 bibliotecas públicas, clasificadas en: urbanas, rurales, obreras, generales, escolares, ambulantes, y circulantes. Contaban con diversos productos bibliotecarios: sala infantil, biblioteca nocturna, sección de periódicos y revistas; y tenían servicios bibliotecarios: préstamo a domicilio, o los servicios culturales, como las exposiciones, las conferencias y otros.

Entre las décadas de los años 60 y 70, fue notable el surgimiento y crecimiento de bibliotecas especializadas y universitarias, auspiciadas con recursos públicos. Durante la década de 1980 se impulsó el Programa Nacional de Bibliotecas Públicas, que tuvo como resultado la formación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, que hasta 2013 contaba con 7,200 bibliotecas públicas en casi todos los municipios de México.

Para concluir, invito a que valoremos las bibliotecas como espacios para cultivar el hábito de la lectura, la investigación y el pensamiento crítico y creativo, aprovechemos la cartelera de eventos culturales que se propone en diversas bibliotecas. No dejemos morir estos lugares que resguardan el patrimonio literario de la humanidad. 

Referencias

Endean Gamboa, R. (diciembre, 2013). “Historia de las bibliotecas en México”, en Rev. Fuent. Cong.  (7)29. Recuperado de  http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1997-44852013000600006&lng=es&nrm=iso 

Fernández de Zamora, R. M. (a bril, 2009). “La historia de las bibliotecas en México, un tema olvidado”, en International Federation of library Associations and Institutions. Recuperado de https://archive.ifla.org/IV/ifla60/60-ferr.htm