2016: Día del Maestro

Wenceslao Vargas Márquez*

El día del maestro en México fue instituido por Venustiano Carranza en 1917 y celebrado por primera vez en 1918.
Hay un día mundial del docente que pasa casi desapercibido el 5 de octubre de cada año, impulsado por la Unesco. En diciembre de 1943, de la oficina del presidente Ávila Camacho salió la orden, el cronograma y (trajeado) el primer secretario general de la gremial magisterial más grande del país: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE por sus siglas. En México el magisterio afiliado al SNTE vivió hasta 2013 una relación con el poder público más o menos tersa, como la mayoría de los asalariados sindicalizados del país bajo el esquema corporativo que el PRI empujó desde su nacimiento en 1929 con recios matices de paternalismo.
Cierto es que el magisterio entró tarde a la horma política del Estado corporativo posrevolucionario, lo hizo hasta 1943 en que se fundó el SNTE, cuando las horas más difíciles de la revolución ya habían pasado. Los intentos previos a este fueron fracasos hasta la aparición de Jaime Torres Bodet en diciembre de ese año como titular de la secretaría de Educación que crearon Álvaro Obregón y José Vasconcelos. Ávila Camacho y Torres Bodet tuvieron la suave mano que meció la cuna donde el SNTE nació.
La tersura en la relación del SNTE con el Príncipe (de Maquiavelo) fue puesta en entredicho con la reforma educativa que incluye una evaluación al docente que merma la relación agremiado-sindicato pues desde esos instrumentos ‘evaluadores’ la permanencia en el empleo del profesor ya no depende de la representación colectiva y su defensa política desde el sindicato sino que depende del esfuerzo individual del docente y su defensa judicializada desde tribunales especiales donde los sindicatos no tiene representación. Así, con el paso de unos muy pocos años el SNTE estará conformado por una membresía transitoria que pertenece al gremio y dejar de pertenecer en un plazo de tres años según le vaya en la evaluación. El personal sindicalizado de base desaparecerá cuando se jubile el último docente antiguo contratado con las reglas anteriores a 2013.
En lo salarial el SNTE ha sido recientemente alineado con los topes que impone el gobierno federal (3.15% en este 2016) y restringido a una negociación única que eliminó las negociaciones estatales. En lo interno el tema de la difusión del monto y destino de las cuotas sindicales sigue pendiente pues no pasa de meras formalidades su conocimiento por parte del sindicalizado de base que aporta. ¿Cuál de todos los sindicatos magisteriales tiene el importe de sus cuotas sindicales publicado en la red? ¿Hacia dónde ver cuando el sindicalismo mexicano ha sido en buena parte arrollado por el neoliberalismo y las políticas que no empujó el PAN federal en 2000-2012 y que vino a empujar el PRI nacional desde el gobierno actual con las llamadas reformas estructurales?
La preocupación de algunos analistas, periodistas, intelectuales, es la del ascenso del ‘mesianismo tropical’ de López Obrador. Sociedades desesperanzadas como al nuestra ven al líder carismático como una salvación a tanta corrupción gozosa e impune pero los partidos preocupados por este ascenso no mueven ni un dedo para corregir el desastre que es la república. No prosperan ni el 3de3 ni las medidas anticorrupción que tanto pregonan. Repitió Krauze su preocupación al respecto en este mayo de 2016 en ‘Desaliento de México’ publicado en la revista que dirige. Escribió: “Decía Hannah Arendt que el totalitarismo aparece en sociedades desencantadas con la democracia, susceptibles de dejarse fascinar por el carisma del hombre fuerte. En México no existe el riesgo de totalitarismo, pero sí el de un caudillo mesiánico”. Y vuelta a señalar al ‘peligro’ que es López en este mes del maestro.
En Veracruz, la disputa (familiar) por el poder entre el PRI y partidos allegados y el PAN-PRD ha dado espacio al surgimiento competitivo del tercero en discordia, Morena de López Obrador en la figura de su candidato a gobernador quien, además, es agremiado de la Sección 32 del SNTE y profesor universitario. Recientemente en Córdoba, con la presencia del propio López Obrador, dio a conocer de forma más detallada su agenda educativa en el caso de resultar electo gobernador de Veracruz. Rescato unos renglones del convenio firmado allí:
“2. Que el titular de la Secretaría de Educación Pública cumpla con el requisito de tener como profesión una licenciatura en Ciencias de la Educación, Pedagogía o ser egresado de una Escuela Normal; 3. Impulsar un programa de comedores gratuitos en todos los planteles educativos de nivel preescolar, primaria y secundaria, para garantizar la alimentación nutritiva de los niños y fomentar el aprendizaje; 4. Otorgar apoyos para uniformes y útiles escolares, para los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de familias empobrecidas; (…) 8. Promover ante los tres poderes de la unión la cancelación de la mal llamada Reforma Educativa y cesar cualquier tipo de represión contra el magisterio veracruzano. Que ningún maestro o maestra sea despedido de su trabajo a causa de la evaluación punitiva de la Reforma Educativa; 9. Pagar de inmediato adeudos al magisterio, así como pensiones a jubilados y otras prestaciones; Con un plan de austeridad y cero corrupción en el gobierno ahorraremos $25 mil millones anuales que aplicaremos para cumplir este acuerdo y nuestras otras propuestas”. Hasta aquí los puntos. Por supuesto que el tema 8 suena bien a largos segmentos del magisterio veracruzano y nacional y aclaro que no milito ni he militado en Morena ni en partido político alguno.
La historia universal y la de México están llenas de ejemplos donde el desencanto con la democracia formal ha dado paso a visiones totalitarias del poder y durante el actual sexenio las formalidades de la democracia mexicana han sido un desastre en corrupción y en impunidad. Desde los cónsules romanos, desde Santa Anna o Porfirio Díaz o Hitler y hasta Pol Pot en Camboya, los mandos legales, constitucionales, de las democracias formales fueron rotos para dar paso al gobernante carismático poco atento a la legislación positiva electoral y que a la postre han resultado peor que la enfermedad que pretendieron curar. Pero los partidos políticos no dan seña de que se quieran frenar.
Ante esta realidad en el sindicalismo magisterial la transparencia financiera y una revisión de la teleología del voto secreto, de las planillas únicas, de las reelecciones (en los sindicatos donde existe) deben llegar a la brevedad. El día del maestro debe ser también el día de la autocrítica del docente en lo individual y de la crítica y autocrítica de las representaciones sindicales magisteriales en lo colectivo para saber si se ha cumplido con lo que manda la letra de los respectivos estatutos internos.
El día del maestro debe ser también el día del análisis y de la autocrítica de los sindicatos magisteriales que viven una presión doble: la presión sindical interna de los justos reclamos por pagos caídos (como en Veracruz) y la presión externa del poder público del ‘más frío de los monstruos fríos’ que dijo Nietzsche: el Estado; el Estado que pide simultáneamente apoyo electoral y un silencio cómplice ante los atropellos que el propio Estado comete.
* @WenceslaoXalapa