La Luna se encoge y arruga por la pérdida de calor, que causa sismos internos

La Luna se reduce paulatinamente, causando arrugas en su superficie y temblores, según un análisis de imágenes captadas por la sonda de reconocimiento lunar, publicado el lunes.
Un estudio de más de 12 mil imágenes reveló que la cuenca Mare Frigoris, cerca del polo norte del satélite –una de las vastas de su tipo consideradas sitios muertos desde el punto de vista geológico–, se ha agrietado y ha cambiado.

A diferencia de la Tierra, la Luna no tiene placas tectónicas. En cambio, su actividad sísmica ocurre a medida que ha perdido calor lentamente tras su formación, hace 4 mil 500 millones de años.
Esto, a su vez, hace que la superficie se arrugue, como una uva que se hace pasa.
Debido a que la corteza lunar es frágil, esas fuerzas causan que la superficie se rompa a medida que el interior se contrae, dando lugar a las llamadas fallas de empuje, donde una sección de la corteza se va sobre una sección adyacente.
Alrededor de 50 metros más delgada Como resultado, la Luna se ha vuelto alrededor de 50 metros más delgadaen los pasados cientos de millones de años.
Los astronautas del Apolocomenzaron a medir la actividad sísmica en la Luna en los años 60 y 70, descubriendo que la gran mayoría de movimientos ocurrieron en lo profundo del interior del cuerpo, mientras un número menor estaba en su superficie.
El análisis se publicó en Nature Geoscience y examinó los sismos lunares superficiales registrados por las misiones Apolo, estableciendo vínculos entre ellos y rasgos de superficie muy jóvenes.
Es muy probable que las fallas aún estén activas, sostuvo Nicholas Schmerr, profesor asistente de geología en la Universidad de Maryland, coautor del estudio.
Con frecuencia no se ven tectónicas activas en ningún otro lugar que no sea la Tierra, por lo que es muy emocionante pensar que estas fallas aún pueden producir sismos muy fuertes en la Luna.
Viaje previsto para 2024

Asimismo, el lunes la NASA anunció que la misión estadunidense a la Luna en 2024 se llamará Artemisa. La agencia solicitó un presupuesto adicional al Congreso para mantener el cronograma acelerado.
El administrador de la agencia, Jim Bridenstine, anunció el nuevo nombre en una conferencia telefónica con la prensa para detallar la extensión presupuestaria de mil 600 millones de dólares que la agencia estima necesitará para cumplir con sus gastos anuales y financiar los cohetes y vehículos necesarios para que los astronautas caminen por la Luna.
Artemisa, hija de Zeus, es la hermana gemela de Apolo y la diosa de la Luna, señaló Bridenstine. A su vez, Apolo es el nombre del programa que envió a 12 astronautas estadunidenses a la Luna de 1969 a 1972.
El presupuesto anual total es de unos 21 mil 500 millones de dólares, de los cuales 4 mil 500 millones se invierten en el año fiscal 2019 (que termina en septiembre) en el megacohete SLS, el vehículo Orion y en el desarrollo de la futura estación lunar, tres elementos indispensables para el regreso de Estados Unidos a la Luna.
Si bien se mencionó la cifra de 8 mil millones de dólares adicionales por año, Bridenstine respondió que este monto estaba muy por encima de lo que se considera dentro de la agencia.
No especificó cuánto costará la misión en su totalidad. Me gustaría mucho responder eso, señaló Bridenstine, quien ahora deberá convencer al Congreso de aprobar los fondos solicitados.
Por su parte, la administración de Trump pidió el lunes al Congreso que se agreguen esos mil 600 millones de dólares al presupuesto de la agencia espacial para volver a la Luna e ir a Marte.
Bajo mi administración vamos a restaurar la grandeza de la NASA y volveremos a la Luna, iremos a Marte. Estoy actualizando mi presupuesto para incluir esos recursos adicionales y podamos regresar al espacio a lo grande, escribió en su cuenta de Twitter.
Según documentos de la agencia estadunidense, el aumento del presupuesto se destinará en gran medida a la investigación y el desarrollo de un sistema de aterrizaje lunar.
En marzo, la administración de Donald Trump anunció que el regreso de astronautas estadunidenses a la Luna, que incluirá a la primera mujer, tendría lugar en 2024 y no en 2028, como se había previsto.
(Con información de Europa Press)


*tomado de la jornada