Cazar mariposas o cómo encontrar el tesoro de Iturbide

Corre, lee y dile.
Cazar mariposas o cómo encontrar el tesoro de Iturbide.
Por Germán Martínez Aceves*
Cazar mariposas no es siempre una actividad científica o exclusiva de coleccionistas, puede ser también el resultado de una historia azarosa con un final inesperado envuelta en amores platónicos, en huellas de la historia, en enigmas por resolver y en personajes en los que la condición humana los arrastra la ambición y la incredulidad.
Cazar mariposas es una novela negra, como se le conoce al género policiaco en la literatura, fue escrita por Manuel Aguilera Verduzco y con la que obtuvo el Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo 2014 organizado por la Editorial de la Universidad Veracruzana.
La historia es una caja de sorpresas constante. Una de ellas es la propia trayectoria del autor, quien estudió Economía en la Universidad Veracruzana y por más de 17 años fue director de la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas. Aguilera cursó su carrera en una época en la que los festivales de teatro reunían a estudiantes de todas las disciplinas. Ahí le reafirmó otra vocación: la de escritor. La actividad teatral lo llevó a obtener en el 2001 una mención honorífica en el Premio Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia por su pieza teatral Al filo de la sombra.
En nuestro país la novela negra no es muy común, contados son los autores que han logrado explorar con éxito el género como son los casos de Rafael Bernal, Paco Ignacio Taibo II y Elmer Mendoza. En el caso de Cazar mariposas estamos ante una obra que fácil se puede inscribir entre las mejores historias policiacas mexicanas.
Hacer un rompecabezas no es sólo virtud de quien lo arma sino, sobre todo, de quien lo diseña. Es el único que sabe cuál es el camino que conduce a la salida del laberinto, el que traza la estrategia y las tácticas, el que pone las trampas y las soluciones, el investigador a fondo que logra ponerse en el lugar del lector (en este caso) y que redondea su obra con una escritura ágil que nunca dejar de tener atisbos de suspenso.
Cazar mariposas es una historia que inicia nostálgica e inocua en el sentir de Emilio Doucet quien recuerda un pacto de amigos y para hacerlo valedero, después de veinte años, los cita en el río Los Pescados, en Jalcomulco. Ellos son Jimena Owen, su amor platónico perenne y Mariano Avelar, su rival en amores. Ambos con trayectorias importantes que superan con facilidad a la mediana y gris vida de Emilio quien, sin querer, se convertirá en el personaje central de la novela. En el encuentro es asesinado Manuel. A partir de ahí lo que sería un reencuentro de amigos sería el inicio de una serie de sucesos inesperados.
En esos días había sido encontrada una cápsula del tiempo en el Zócalo de la Ciudad de México. En ella había un criptograma. Descifrarlo conduciría inequívocamente a un tesoro escondido materializado en monedas de oro que correspondían a Agustín de Iturbide, recibidas como pago por sus servicios a la patria. Según el cálculo del precio actual de la fortuna sería de ciento veinticinco millones de dólares, cifra nada despreciable que bien vale para eliminar a investigadores y todo personaje que osase ser el dueño de ese inmenso caudal.
Jimena es pieza clave, su profesión la puede llevar a descifrar los símbolos del criptograma pero no tiene los elementos suficientes. Emilio la conduce con su viejo amigo El Greñas, experto en informática y algoritmos quien descubre parte del enigma. Dos personajes siniestros se convierten en la sombra de Emilio: el Barítono y el Manita-de-foca quienes empiezan a sembrar de muertos a todo aquel relacionado con la investigación.
Aparece también el historiador Alfonso Echenique, quien sabe a la perfección la vida y obra de Agustín de Iturbide y se convierte en otra pieza clave para encontrar la fortuna del emperador mexicano. A su vez Leónidas Fregoso, un investigador policial inusual, es un sabueso aferrado que está tras los asesinos y el cerebro que mueve todas las acciones para hallar el tesoro ya sea en la Ciudad de México, en Nueva York o en Xalapa.

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Quien lea la novela encontrará el gusto por leer una narrativa que envuelve desde el principio y conducen a un final inesperado, insospechado, digno de una buena novela policiaca.
Cazar mariposas, de Manuel Aguilera, colección Ficción de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 349 páginas, 2015. Se puede conseguir en Hidalgo 9, Xalapa, Ver.

*Colaborador.