Ya no le muevan, Juan
Por Wenceslao Vargas Márquez*
El CEN del SNTE le trabaja un doble juego al nuevo gobierno de López Obrador. El ocho de julio se le tiró al piso en un desplegado; el quince de octubre, a trasmano, le tira una zancadilla anónima al oponerse (vía la Fundación para la Cultura del Maestro, del SNTE) a una decisión del presidente electo en cuanto a la permanencia del INEE. Tirar golpes anónimos al nuevo gobierno le hará imposible al CEN del SNTE algo que de por sí era extremadamente difícil, tomarse la foto con el presidente electo.
Hay una teoría política que explicó en Europa el alemán Carl Schmitt acerca de la idea de amigo y enemigo en la conducción del Estado. Schmitt se preguntaba cómo podía definirse dentro del Estado el concepto de lo político. Explicó que así como la moral aborda la definición del bien y el mal, y la estética las definiciones de lo bello y lo feo, lo político descansa en las definiciones de amigo y enemigo.
Lo explicó así en su obra El concepto de lo político, de 1932: “La diferenciación específicamente política, con la cual se pueden relacionar los actos y las motivaciones políticas, es la diferenciación entre el amigo y el enemigo. Esta diferenciación ofrece una definición conceptual, entendida en el sentido de un criterio y no como una definición exhaustiva ni como una expresión de contenidos. En la medida en que no es derivable de otros criterios, representa para lo político el mismo criterio relativamente autónomo de otras contraposiciones tales como el bien y el mal en lo moral; lo bello y lo feo en lo estético, etc.”. Enlacemos estas definiciones con lo que pasa actualmente en el SNTE.
Hubo un momento en febrero de 2018 en que el PRI como gobierno establecido (el gobierno federal saliente) impulsó, vía la PGR, la definición de que Elba Esther Gordillo era enemiga del Estado mexicano. De ese tamaño fue la inquina (bit.ly/2o2ihzM). En esta definición hacia la maestra Gordillo el gobierno salido del PRI (2012-2018) confundió intencionalmente Estado con gobierno, confundió gobierno con partido en el gobierno y confundió partido en el gobierno con partido en campaña presidencial. En realidad debió decir la PGR que la maestra Gordillo podía desestabilizar la campaña presidencial del PRI y por eso era necesario en febrero cancelarle visitas, llamadas e internet, en la prisión domiciliaria en que se hallaba desde diciembre de 2017.
Después de aquella acusación de febrero de 2018 en que el Estado señaló a una mexicana como su enemiga, ya el gobierno es otro, el partido es otro, el escenario es muy otro; cambió el entorno, los papeles se han invertido. El enemigo ya es otro. Añadió Schmitt: “el enemigo político (…) es simplemente el otro, el extraño, y le basta a su esencia el constituir algo distinto y diferente en un sentido existencial especialmente intenso de modo tal que, en un caso extremo, los conflictos con él se tornan posibles, siendo que estos conflictos no pueden ser resueltos por una normativa general establecida de antemano, ni por el arbitraje de un tercero ‘no involucrado’ y por lo tanto ‘imparcial’”.
¿Cómo resolver la salida del CEN del SNTE de Juan Díaz, Alfonso Cepeda, Jaime León Navarrete, de los cargos sindicales que usurpan desde febrero de 2018? Decididamente no por la vía de la normativa general establecida de antemano: la democracia sindical formal que incluye el voto secreto desde 1992. Por esa vía es perder el tiempo. Ahora también lo saben los sindicalistas petroleros opositores. Nadie ha salido expelido por ser el extraño, por ser el otro, por la vía de la democracia formal sindical.
A los líderes del CEN del SNTE, Díaz, Cepeda, Jaime León Navarrete, quizá les convenga guardar silencio y no mandar a su Fundación para la Cultura del Maestro, a trasmano, el 15 de octubre, a golpear a escondidas una decisión política del gobierno entrante. Les quedan los treinta días de noviembre para negociar una salida porque después del primero de diciembre la negociación será más complicada, o imposible, independientemente de los que digan los tribunales laborales. Estos temas nunca han sido jurisdiccionales sino políticos, en el sentido de Schmitt.
Antes de que se vayan les pedimos que los casos de los maestros veracruzanos golpeados por la reforma y que no quisieron resolver los dejen en el primer cajón de la derecha, debajo de la engrapadora, para que lo hallen fácilmente quienes les sucedan en sus cargos. Son casos de personal golpeado por la reforma educativa, agremiados a la Sección 32 del SNTE y que no fueron atendidos porque los líderes locales andaban ocupados pretendiendo alcanzar la evasiva luciérnaga de una senaduría. (Espero la réplica; bit.ly/2R3SHGt).
Juan, Alfonso, Jaime León Navarrete: mientras se van los días y se les estrecha el margen de maniobra de negociación para salir de los cargos que usurpan, mejor ya no muevan en público ningún tema educativo, y mucho menos lo toquen a trasmano con el membrete de la Fundación para golpear al gobierno federal entrante. 35 días para negociar la salida; 35 días y contando. Mejor ya no le muevan, Juan.
Twitter @WenceslaoXalapa