La letrina de Miguel Ángel

Por Aurelio Contreras Moreno*

Dicha comisión está controlada por la yunista María Josefina Gamboa y el ex priista y neoyunista José Luis Enríquez Ambell, quienes simplemente resolvieron que les valía madre atender un requisito constitucional y que podían nombrar a “su” fiscal con los votos que tuvieran a mano, y que al final fueron únicamente 27. De escándalo.

Los diputados del PAN intentaron engañar a la opinión pública con un argumento que más bien es un sofisma: “la Constitución establece una regla de excepción para cuando no se alcanza una votación calificada, es decir, para cuando los diputados no se ponen de acuerdo; esa regla de excepción nos remite a la convocatoria que haya aprobado el Congreso, misma que en su base sexta facultó por unanimidad a la Comisión Permanente de Procuración de Justicia como órgano auxiliar del pleno a resolver lo no previsto en el procedimiento de designación de Fiscal Anticorrupción, de ahí que la resolución fue proponer al pleno el nombramiento de la persona que resultó más votada en los tres momentos de votación”, farfullaron.

En cualquier proceso legislativo, para realizar un nombramiento al que se le exige mayoría calificada para ser válido, si los diputados “no se ponen de acuerdo” simple y llanamente el nombramiento no pasa, no sucede, y se devuelve a comisiones. Y aun torciendo hasta el infinito la interpretación de una norma, es un hecho incontrovertible que las bases de una convocatoria y la “decisión” de una comisión legislativa no pueden estar por encima de la Constitución del Estado, que establece requisitos claros y sin posibilidad de aplicarles esas “convenientes excepciones”.

Hace poco más de dos años, el 17 de junio de 2016 para ser exactos, como gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares llamaba con voz encendida a no permitir a Javier Duarte nombrar “encubridores”. Dos años después, Yunes decidió convertirse él mismo en Javier Duarte y terminó de tirar al basurero de la historia lo que le quedaba de capital democrático a su fracasado y minúsculo gobierno, convirtiendo al Congreso del Estado, para mayor agravio a los veracruzanos, en su letrina.

Con su PAN se lo coman.

 

*Colaboración.